En medio de la actual coyuntura electoral y a tan sólo 10 días de los comicios, la polarización que tanto se comenta (de la que tanto se habla) debería plantearse sobre la base de juzgar y calificar la gestión de los últimos gobiernos, con especial atención sobre el que va de salida. Creo que así lo está viendo la mayoría del electorado, tal cual como lo vio hace 4 años a pesar del triunfo de Petro (30%). Los malos gobiernos se castigan con el voto.
Entonces, la polarización no va sobre si se es de izquierda o derecha (aunque algunos insistan en verlo o plantearlo así). La polarización, en este momento específico de la ciudad, se configura sobre la dura pero justa calificación que los bogotanos le asignan a la lamentable gestión de los últimos 3 gobiernos, y que no olvidan la corrupción humillante de la que fueron víctimas con Samuel Moreno (Polo Democrático) de alcalde y Clara López (Polo Democrático) como su Secretaria de Gobierno.Es el costo razonable de gestiones vergonzosas una tras otra y ese fatídico episodio de corrupción que por delante se llevaron el ánimo de la ciudad y la calidad de vida de los bogotanos. Es el ejercicio de la democracia en acción.
¿Cuál es entonces el problema con esta «polarización» si se da principalmente a partir de propuestas, señalando la corrupción del pasado reciente de la ciudad y haciendo críticas argumentadas a una mala gestión? Si ese examen conlleva ese tipo de polarización, pues que así sea. A esa polarización no hay que temerle. (Ahora, hay quienes diseñaron su discurso para buscar quedar bien con todo el mundo.)
Así como es de vital que Bogotá recuerde ese pasado no muy lejano que demostró que la transformación positiva de la ciudad es posible, es igualmente clave que pasemos la página de estos malos gobiernos sin olvidar su altísimo costo principalmente en términos de calidad de vida.
La propuesta es que juzguemos nuestra experiencia con la ciudad al cabo de los últimos 4 y 8 años (Gustavo Petro y Samuel Moreno/Clara López). ¿Cómo evolucionó la ciudad hablando de la experiencia del ciudadano en las calles? ¿Cuál es la ciudad que hoy se presenta ante nuestros sentidos? ¿Es más segura, más amable, es más vivible¿ ¿Vivimos en una mejor ciudad? Me refiero a la ciudad perceptible, aquella que enfrentamos en nuestro diario vivir. ¿No debe ser este el verdadero centro de la discusión y de la decisión que se avecina el próximo 25 de octubre?
Y sin embargo, lo cierto es que quien ha imprimido a estos 4 años un tono tropelero y revanchista es el alcalde Petro. A pesar de su fracasada gestión. A pesar de que la revolución urbana que le prometió a los bogotanos nunca superó el discurso. ¿Porqué entonces asumir una posición tibia y ambigua frente a una gestión paupérrima y su errático liderazgo?
Los bogotanos están cansados del deterioro de la ciudad y por eso están inclinándose por el discurso más claro de cambio y por la experiencia de quién ya lo hizo una vez.
Hector Abad Faciolince lo decía en estos días: «Peñalosa y Bogotá se merecen una segunda oportunidad, Petro y el Polo un castigo.»
_________
Al concejo de Bogotá conozco de primera mano estas 2 excelentes opciones:
- Diego Laserna con el #26 Alianza Verde. Sin duda han desarrollado la que puede ser la campaña más creativa y rica en contenido para llegar al concejo. Lo acompañan un grupo de jóvenes que han probado su compromiso por Bogotá.
- Fernando Rojas #45 ASI. Una persona muy comprometida que lleva años estudiando la ciudad y trabajando por ella al lado de Juan Carlos Flórez.
Ambos le subirían el nivel a esa desprestigiada institución.