Bogotá necesita dignificar el uso de modos de transporte distintos al vehículo particular. Por ahora, algo hablamos y debatimos de Metro y TransMilenio, Tren de Cercanías, y hasta de la bicicleta. Yo, quisiera oír más del peatón.
Video sobre la peatonización del centro de la ciudad peruana de Arequipa.
¿Qué opina de la posibilidad de hacer algo similar con el Centro y la Candelaria de Bogotá? ¿Qué tal si comenzamos con una campaña de respeto al peatón?
Esta nota busca llamar la atención sobre la importancia de promover un enfoque que tenga presente al peatón como variable medular alrededor de cualquier discusión sobre movilidad, calidad de vida y mejor ciudad. ¿Por qué? En buena parte, sentido común. Porque todos hemos sido, somos y seremos peatones, y porque pensar en el bienestar de aquel que camina la ciudad permite de manera muy efectiva aterrizar reflexiones sobre muchas de las problemáticas centrales de la vida de la misma.
Reflexionar alrededor del bienestar del peatón y la formulación y aplicación de una política para éste, nos lleva sencillamente a considerar temas como seguridad, movilidad, integración social, espacio público, desarrollo económico y oportunidades de vida, cultura ciudadana y convivencia, salud, medio ambiente, y muchos más. (Nos llevaría por ejemplo a preguntarnos sobre cómo es posible que la obra del recién terminado puente de la 100, tan celebrado por tantos, hubiese dejado por fuera de la ejecución del proyecto, por las razones que fueran, todo lo referente al espacio público complementario que preveía el proyecto. Lo carros muy bien ¿Pero y los peatones?)
Por sus características físicas Bogotá podría ser una ciudad perfectamente caminable. En su gran mayoría es bastante plana, y las distancias de recorridos entre algunas zonas críticas y concurridas pueden llegar a ser bastante cortas. Pero a los peatones hay que darles garantías, condiciones, rutas, y facilidades. Y en Bogotá, poco de ello hay.
Por su parte, en las mejores ciudades del mundo se diseñan políticas públicas pensadas exclusivamente para el peatón, que contemplan todos estos aspectos. ¿Alguien ha oído de algo similar para Bogotá? Personalmente nunca. Y ni para qué tratamos de encontrarla. Nada evidencia más la falta de una política en este sentido que las batallas diarias que libran los peatones bogotanos frente al amedrentamiento al que nos someten carros, buses, motocicletas, ventas ambulantes, andenes en mal estado y sin rampas, y por supuesto, la irremediable paranoia de poder ser asaltados en cualquier momento.
Candidato a la alcaldía que se atreva a incluir en la discusión de movilidad y modelo de ciudad un tema como el del peatón daría señales de una reflexión profunda y responsable de su parte a los problemas de la ciudad desde la mirada del ciudadano de a pie.
Pensar una ciudad que ofrece condiciones para el peatón, que promueve y estimula que su gente camine, es pensar en una ciudad amigable y segura para nuestros niños y niñas, que trata con respeto a su población discapacitada –en un país con miles de víctimas por el conflicto armado/minas antipersonales-, consecuente con su discurso democrático, promotora de la integración social de su gente, y que aporta con hechos tangibles al cuidado de su medio ambiente.
Beneficios de caminar:
- Mejora la salud y ayuda a prevenir enfermedades como cáncer, osteoporosis, y enfermedades del corazón. El sedentarismo y la falta de actividad física se han convertido en problema de salud pública. Hoy son las principales causas de obesidad.
- Caminando vemos la ciudad, permitiéndonos conocerla y detallarla; disfrutamos y valoramos el paisaje a nuestro alrededor. Nos invita a valorar nuestros espacios públicos –andenes, parques, plazas, monumentos, etc.
- No se necesitan habilidades especiales para caminar. Es una actividad gratis y segura.
- Nos ayuda a eliminar el estrés.
- Ayuda a descongestionar la ciudad de autos, al tiempo que nos invita a compartir e interactuar con otros ciudadanos.
- Estimula la actividad económica en zonas comerciales.
- Aporta a las relaciones de pareja, para conversar, para compartir con mayor tranquilidad, definitivamente más romántico que el carro.
¿Qué otros beneficios se le ocurren?
7 respuestas a «Centro y Candelaria ¿Zona exclusiva de peatones y bicicletas?»
De acuerdo! Poco se habla sobre el peatón. También es muy importante porque genera sentio de pertenencia por parte de ciudadano. Es que además los peatones tienen diferentes necesidades que no son tenidas en cuenta (ej. coches de bebé). También eso incluye las facilidades que ofrece Bogotá para el desplazamiento de personas con discapacidades.
Sería bueno que existiera una política (o reglamentación) para que los constructores en su afán urbanístico protejan los pasos peatonales y no obliguen a aquellos que caminamos a usar el famoso «sendero peatonal», que no es otra cosa que un paso delimitado por plásticos que finalmente terminan por poner en riesgo la vida de quienes transitamos por estos improvisados espacios.
También debería existir un código de tránsito implacable con aquellos conductores que usan los andenes como parqueaderos y obligan a los peatones a usar la calle
Al caminar se ve mejor la ciudad, el presente y el futuro.
Al caminar se conversa con los niños, con las niñas, con la familia.
Al caminar se reducen las emisiones de Gases Efecto Invernadero.
Al caminar se hace mas humano.
Al caminar con otros la sensación de seguridad ciudadana mejora.
Al caminar mejora la autoestima.
Al caminar se reducen costos de transporte.
Al caminar se puede comer un helado.
Al caminar se enamora uno mejor, se puede robar un beso o rosar una mano.
Al caminar se descubren sitios, lugares, entradas, salidas, laberintos seguros y de fuga.
Al caminar se descubren rutas tranquilas, silenciosas.
Al caminar se aprende de jardines, cerezos, siete cueros, saucos, duraznos.
Al caminar se sabe que en marzo bogotano hay cerezas negras.
Solo caminando se sabe que en el Parque Nacional de Bogotá hay mas de 50 Olivares.
Pero como que ninguno de nuestros gobernantes camina. Montados en sus vehículos escoltados de un lado para otro creo que no se dan cuenta de ninguno de estos beneficios. Es mas, de la misma manera que envejecen en sus importantes cargos, y se les sube el poder a la cabeza, olvidan caminar. Quien si no los escoltas de esta clase prestante y mezquina que tenemos, los primeros en montar sus monstruos sobre los andenes. Vemos como se pelean por cortar la cinta del puente de la 100; ojala se desgreñaran igual por romper la de un puente peatonal. Verdad que no los hicieron?
Los ciudadanos caminamos por igualdad. Por democracia. El abdomen aumenta cuanto menos se camine. Ahora que el Codigo Nacional de Tránsito faculta a los alcaldes de ciudades superiores a 500 mil habitantes a «suprimir, «borrar» «sustituir» los coches o carretas de tracción animal por las areas urbanas y calles, estaremos allanando el camino para que las bicicletas, los peatones, las mujeres embarazadas, las personas mayores, los perros callejeros, los artistas, coches de bebe y demas sean retirados de las calles porque obstruyen y demoran la movilidad frenetica de motocicletas y vehiculos. Aumentar la velocidad nos lleva mas pronto al proximo trancón, en donde será necesario construir otro puente para acelerar la velocidad hacia el proximo semaforo y asi hasta llegar a Miami, pues el suelo sera cada vezx mas escaso para mas vehiculos. Movilidad inteligente. Caminar un buen comienzo. Montar bicicleta la evolución y montar a caballo por la ciudad hermoso sueño a la «premodernidad», come pasto de separadores y sus gases no son efecto invernadero. Los hijos del viento, asi llamaron al caballo. Otro tema es el de los pilotos o carreteros, Cultura Ciudadana e inclusión, es en lo que estamos en deuda los bogotanos.
Talentos bogotanos que le cantan al rio Fucha, al rio Bogotá, al rio Tunjuelito
a nuestra Bogotá, que caminamos dia a dia y desconocemos sus areas de Reserva Ambiental Protegida y Cerros orientales