Serie: La ciudad como solución a los retos del COVID19.
Llevamos más 90 días encerrados. La fatiga del encierro la estamos sintiendo todos. Necesitamos salir y poder tener contacto con el aire libre y el espacio exterior. Hay que pensar en alternativas para cuidar la salud física y mental de las personas mientras dura la crisis. La idea es cuidar la vida y no morirnos, no solo de Coronavirus.

Ver aparecer niños en la ciudad ha sido una de las imágenes que más nos tienen que alegrar de lo que ha pasado durante la actual coyuntura de crisis.
Verlos caminando, montando en sus bicis y patinetas, y jugando en las calles y parques, es una señal muy positiva, indicando que algo bueno está pasando con la ciudad.
Salen porque, como todos nosotros, necesitan espacio exterior, poder jugar, recibir luz solar, entrar en contacto con la naturaleza, socializar con otras personas y niños. A falta de colegio, tienen parques, pero cuando no los hay, pues están las calles.
Ahora, lo otro que nos ha invitado a salir y a explorar la ciudad (a padres e hijos), es la sensación de seguridad y tranquilidad que dan las calles de la ciudad sin carros. Si bien la accidentalidad no cayó tanto como se esperaría por la baja actividad, y los carros y las motos van soplados, es un hecho que las condiciones de seguridad de todos para caminar y andar en bicicleta por la ciudad, mejoraron significativamente. Sobre todo, para los más pequeños y los más mayores. Mérito de la restricción vehicular. Con los carros guardados, la ciudad florece.
Este clima de mejor seguridad vial contrasta con el difícil ambiente de seguridad que se siente en las calles en relación a delincuencia y crimen. La caras de desespero y angustia por el hambre empiezan a dar miedo.
Por el cierre de los colegios veremos muchos más niños en las calles de la ciudad durante los próximos meses. El regreso al colegio no se ve cerca. Está en el interés de todos cuidarlos durante este período.
Además, hay que tener en cuenta que las vacaciones han empezado y por lo tanto saldrán y los veremos más.
Si la ciudad hace esfuerzos por cuidar a sus niños, nos estará cuidando a todos.
Propuesta 1: Calles Lentas, Calles Abiertas, Calles Seguras (Slow Streets, Open Streets, Safe Streets)
La Ciclovía está cerrada, los parques metropolitanos también, no hay gimnasios o clubes deportivos abiertos y el campo a las afueras de la ciudad permanece fuera de nuestro alcance. Hay muchos barrios en Bogotá que no cuentan con parques, donde las zonas verdes son pocas, o no hay. Adicionalmente en la inmensa mayoría de residencias no hay balcones o jardines.
¿Qué nos queda?
Las calles de la ciudad. Las calles de nuestros barrios.
¿En qué consiste la propuesta?
La posibilidad de cerrar algunas calles locales permitiendo su acceso únicamente a tráfico local, como: residentes, carga/descarga, servicios de la ciudad y domiciliarios. Siendo 2 los objetivos principales:
- Habilitar calles para que niños y adultos puedan caminar y jugar al aire libre con suficiente distanciamiento y aplicando códigos de auto cuidado.
- Bajarles la velocidad a los barrios como respuesta a la amenaza de la alta velocidad de carros y motos en un contexto de calles vacías y despejadas, y así proteger a peatones y ciclistas.
Una lógica similar a la que funciona en nuestra Ciclovía Dominical pero llevada a las calles de nuestros barrios de manera permanente con el propósito deliberado de pacificar las calles.
El concepto que debe aplicar aquí es:
Calles para las personas y primero para los niños. Los carros son invitados.
La foto que ven abajo ya ocurre a diario en una calle cerrada del norte de la ciudad pegada al sendero peatonal del Parque El Virrey. Son los niños y sus papás tomándose pacíficamente la calle de su barrio como respuesta a la necesidad de aire libre y espacio exterior.
Sucede de todo en esta calle. Bebés aprenden a caminar, niños aprenden a montar en bicicleta y patineta, hay actividades de pintura en la calle, saltan cuerda, juegan a las escondidas, se trepan a los árboles, los padres conversan y se conocen.
Es un proceso maravilloso de cohesión social que le da vida al barrio.

Beneficios inmediatos y estratégicos para el futuro
- Sencillo, rápido y barato. Es fácil de pilotear, escalar y reversar de necesitarse. Transferible a todos los barrios de la ciudad.
- Protegemos de la velocidad a los niños en esta coyuntura. Los niños son la prioridad. Darle un enfoque de gestión a la ciudad, empezando por su movilidad, centrada en sus niños.
- Pacificamos calles y barrios. Le bajamos la velocidad a la ciudad. Oportunidad de proteger acceso a parques, zonas residenciales, colegios, centros médicos y hospitales. Un contexto de mayor seguridad vial llevará a que más personas se suban a la bicicleta y se sientan cómodas y seguras caminando.
- Le devolvemos espacio vital de la ciudad a las personas para proteger salud física y mental. Se habilita espacio exterior, aprovechando calles, para que niños jueguen y adultos caminen y respiren aire puro.
- Reanudar la vida en nuestros barrios de una manera segura y accesible.
- Aterrizamos el concepto de proximidad. Esa idea de la ciudad de los 15 minutos que ha liderado la recién reelecta alcaldesa de París, Anee Hidaldo. Todas las necesidades a 15 minutos caminando o en bicicleta. Eliminamos viajes en carro.
***Cerrar calles barriales también nos ayudará con la dimensión económica de la crisis.
¿Qué se necesita?
- Un par de conos o cualquier elemento que permita cerrar parcialmente la vía. Pueden ser unas materas.
- Señalética comunicando la lógica y reglas de la calle. Puede ser una cartulina para empezar que diga: Calles para las personas. Los carros son invitados. Vel. Max 5 km/hr.
- Estudios y permisos por parte de la secretaría de movilidad. Articulación con el Instituto de Recreación y Deporte IDRD es clave. También debe interesarse Secretaría de Educación por los niños.
- Puede ser la misma comunidad quien haga la solicitud y se encargue de cerrar la calle siguiendo protocolos claros.
Ejemplos de ciudades del mundo aplicando el concepto.
Ciclovía, Bogotá
La Ciclovía Dominical de Bogotá que nace en 1976 es uno de los mejores ejemplos que tiene el mundo, no solo Bogotá, de cómo responder a necesidades estratégicas y vitales en una ciudad, como la falta de espacio exterior y vida al aire libre, aprovechando las calles.
¿Para cuando su reapertura? Actualmente están saliendo en cantidades a las ciclorrutas temporales como la de la Cr7. Demasiadas personas para tan poco espacio, con riesgos de contagio por falta de sana distancia pero también de seguridad vial.


Calles Lentas – Slow Streets – Oakland, California
Oakland lanzó hace 2 meses un ambicioso proyecto para aplicar el concepto de calles lentas/abiertas a 74 millas o 118 kms de vías (10% del total de sus calles) con 2 objetivos clave::
- Habilitar espacio en vía para que la gente pudiera hacer ejercicio al aire libre manteniendo una distancia sana como respuesta a la crisis y al encierro.
- Proteger a las personas que caminan y se mueven en bicicleta por los barrios de la ciudad.
Otras ciudades han seguido el ejemplo.



Calles Abiertas – Open Streets NYC
Nueva York está abriendo40 millas de calles abiertas con planes para expandir a 100 millas como respuesta a la crisis del COVID19 para facilitar el distanciamiento social, 60 alrededor de parques, 2.5 para ampliar andenes.

Filadelfia, Playstreets
Ciudad de México, Peatonalización del centro

2 respuestas a «Los niños se toman las calles – Propuesta: Calles Lentas/Abiertas»
[…] Calles lentas. Permiten acceso únicamente a tráfico local: residentes, servicios de ciudad, emergencias, casos especiales. (Ver: Los Niños se toman las calles) […]
[…] Los niños se toman las calles – Propuesta: Calles Lentas/Abiertas […]