Como el Cangrejo
**Este artículo desarrolla el punto de la malla vial que se planteó en el pasado post de miblogota: Bogotá: Tareas urgentes, que NO son tareas de un solo gobierno.

A los bogotanos nos acostumbraron a la siguiente noticia “Se requieren $ X billones de pesos para recuperar las vías de la ciudad». La siguiente fue de hace un par de semanas y salió en El Tiempo: “Se necesitan 500.000 millones durante 20 años para tapar estos huecos”. Y así nos la hemos pasado desde hace años. Pasa el tiempo, las calles cada vez más rotas y el costo de la reparación de las vías creciendo exponencialmente. La más reciente discusión sobre el tema surge en medio de dos propuestas recientes que ventiló la administración de la ciudad; la primera, para que las alcaldías locales puedan hacerse cargo de su reparación y la segunda, planteada por William Camargo, Director del IDU, sobre la necesidad de priorizar mantenimiento sobre construcción de nuevas vías (Ver Editorial El Tiempo).
“Cuando construimos más vías, invitamos más carros” Ley fundamental de la congestión vial “demanda inducida”
“Pretender resolver la congestión construyendo más vías es cómo tratar de curar la obesidad soltando el cinturón” Lewis Mumford
En los últimos 12 años, entre 2003 y 2015, el déficit para arreglar las vías pasó de 6.7 billones a 10.7 billones. Lo equivalente a la 1ª línea del metro. Según Camargo, el tamaño del déficit aumenta año a año en medio billón de pesos. Que no es todo, pues hay que sumarle el costo social y económico de una malla vial en ruinas como la que tiene Bogotá: mayor congestión, pérdida de productividad, mayor contaminación, mayor accidentalidad y el altísimo costo económico que asumen los dueños de los carros por su reparación, entre otros. Costo económico que de todas maneras los carros deberían cancelarle a la ciudad por sus externalidades negativas, las mismas que recién menciono, pero a través de mecanismos serios que le aporten a la solución estructural del problema (cobros por congestión, inversión en transporte público de calidad, cobro por parqueo en calle, inversión en modos no motorizados de transporte, etc.) y le representen un beneficio social a toda la ciudad.
La pregunta de fondo es: ¿Por qué nadie ha planteado un verdadero proyecto, aterrizado y serio, de recuperación de la malla vial para la capital del país? Específicamente, me refiero al diseño de una solución estructural, a través de un plan de acción claro y ejecutable, que lo haga realidad. Un proyecto que empiece hoy mismo (o el 1º de enero de 2016), pero que sea claro sobre tiempos y recursos para ejecutarse en el corto, mediano y largo plazo. Este es un problema que ningún gobierno resolverá en 4 años. Quien así lo plantee o prometa, miente. El de la malla vial es un proyecto de ciudad que la administración entrante deberá diseñar y empezar a ejecutar cuánto antes, pero que las administraciones siguientes deberán continuar, mejorar y garantizar. Procesos, procesos, procesos.
Aquí tenemos un claro frente de política urbana que señala la necesidad que tiene la ciudad de actuar sobre unos procesos estables en el tiempo, que hace que frases como “construir sobre lo construido” y “mirar a los lejos, trabajar desde cerca”, cobren especial valor. El de la malla vial sí que es un problema sobre diagnosticado (Ver Inventario de vías Bogotá).
Entonces reitero, lo que la ciudad necesita es que le diseñen un plan realista, accionable rápidamente y proyectado en el tiempo que se requiera –sean 8, 10, 15 años- para dejar a punto las vías de la ciudad. Fácilmente puede ser un proyecto de las próximas 4 administraciones y la tarea de perfeccionar los procesos de mantenimiento es permanente en el tiempo. El diseño de los procesos contractuales dentro de un sistema de incentivos es clave, pagándoles a los contratistas por nivel de calidad en el servicio del mantenimiento de las vías (Ver: La ciudad y los huecos eternos). ¿Por qué no se adopta un sistema de contratación para el mantenimiento de la malla vial que en efecto garantice su mantenimiento rutinario?
Más que un asunto de suelos, tecnología o principalmente de ingeniería, el problema de la malla vial bogotana es un asunto de responsabilidad, planeación, diseño y estructuración de procesos de gestión para su mantenimiento.
Al cabo de 12 años, la principal pregunta no puede seguir siendo quién es el responsable de las losas de la Caracas, sino por qué no se ha resuelto el problema. No podemos seguir valiendo ese cuento, dónde los políticos salen a decirnos en tiempos de campaña que lo van a resolver todo sin dedicar un segundo a entender cómo y qué es lo que van a hacer.
Los tiempos y la historia reciente de la ciudad, nos obligan a ser más exigentes. No podemos seguir aceptando promesas sueltas. Necesitamos un plan para pasar a la acción. La peor inversión es seguir como estamos; miles de millones de pesos malgastados y una cuenta que crece injustificadamente día a día.
Esta sería una apuesta popular entre los bogotanos, además de responsable y acto de buen gobierno.
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***La Máquina Tapa Huecos es el perfecto ejemplo de una “solución” cortoplacista y populista, que más pareciera sacada de un manual de malas prácticas contractuales y de gestión pública (Ver: Máquina Tapahuecos, sin póliza para operar). Aquí lo que ha habido son contratos por más de $10,000 millones adjudicados a dedo –sin licitación-, a través de procesos que le dan pocas garantías a la ciudad Ver: Máquina Tapahuecos es una herramienta, no la solución). Como si el escándalo del “Carrusel de la Contratación” no hubiera ocurrido en Bogotá.
Pregunta: ¿Por qué a un lado del peaje de la autopista norte, Chía, la vía se encuentra en perfecto estado pero inmediatamente del lado de Bogotá, cuestión de metros, empieza y tenemos la trocha que hay? Es el mismo suelo. Respuesta: Diferentes gerentes, condiciones/modelos contractuales y gestores de su mantenimiento.
**Este post también se publicó en La Silla Vacía:
http://lasillallena.lasillavacia.com/la-silla-cachaca/urgente-un-plan-para-recuperar-la-malla-vial-de-bogot #LaSillaCachaca
3 respuestas a «Urgente: Un plan para recuperar la malla vial de Bogotá »
De regreso a Bogotá de Cali por carretera se pasan por tres departamentos (Valle del Cauca, Quindio y Tolima) donde la malla vial está en muy buen estado, inclusive, dentro de Cundinamarca. A penas llegamos a Bogotá el deterioro es supremamente evidente. Y llegan y pasan las administraciones y no vemos una recuperación seria.
La crisis que se vive en Bogotá me recuerda la conocida frase: “Cada pueblo se merece a sus gobernantes”, porque tristemente los ciudadanos han elegido mal (me excluyo porque en las últimas tres administraciones no ha salido mi candidato), y van a las urnas a votar sin conciencia ciudadana. Comienza desde la responsabilidad de cada uno de nosotros que logremos elegir un buen alcalde.
Los resultados negativos que vivimos en Bogotá son consecuencia de personas que llegan al poder sin un sentido cívico ni una planeación urbana; que dirijan a Bogotá basados en las necesidades reales de la ciudadanía y construyan un entorno que genere buena convivencia. Necesitamos un líder que motive con acciones reales (no con discursos discriminatorios de clases), que administre pensando primero en el bien de Bogotá (sin el egocentrismo del poder) y construya sobre planes sostenibles.
El éxito de Bogotá dependerá de donde tengamos nuestros valores centrados.
“Success is not a destination, but the road that you’re on.” — Marlon Wayans… podría traducirlo “El éxito no es un destino pero el camino en el que nos encontramos.”
Estoy de acuerdo contigo. En un siguiente artículo voy a contradecir el que los bogotanos no sepan elegir. En las pasadas elecciones fueron los errores y la división de los políticos/candidatos lo que favoreció nuevamente el triunfo de la izquierda. Muchas gracias, espero tu opinión sobre el que viene.
Claro, no hay duda que así fue. Esa división de los políticos superó cualquier plan concreto en beneficio de la ciudad, fruto, un poco, de la ignorancia ciudadana más la pasión colectiva y a veces ciega que generan los partidos. Me encantaría saber cómo podemos los ciudadanos influenciar este pensamiento antes de llegar a las urnas. Gracias y como siempre estaré pendiente de su blog!