
En estas épocas de verano en Bogotá vienen repitiéndose con especial frecuencia estos fantásticos, casi surreales arcoíris que se asoman contra los cerros orientales de la ciudad.
¿Los han visto? Un detalle que alegra el día y nos recuerda que Bogotá, en medio de todos sus problemas y dificultades, también es esto.
Ahí les dejo.