
Hace un par de semanas salió al aire la nueva campaña de prevención vial de la Secretaría de Movilidad que lleva el nombre: ¿Por qué inventas maromas? En resumen, les puedo decir, es la copia calcada de la trillada campaña de Inteligencia Vial que por años ha tenido de protagonista al distinguido Pirry (esa voz de conciencia que tenemos los colombianos). Hablando en serio; si es por el mensaje, creo que el Sr. Pirry y el inoperante Fondo de Prevención Vial (¿Eso todavía existe?) podrían demandarlos por plagio. En fin. Es ese tipo de campaña que desnuda por completo el gigantesco déficit de creatividad que padece la ciudad, y también de criterio. Al final de cuentas, el centro de la propuesta, consiste en lanzar mensajes al aire, bastante sueltos, tratando a peatones y ciclistas de cafres, brutos, imprudentes, irracionales y suicidas. En ambos casos, vemos cómo se ratifica esa noción dominante de nuestra cultura urbana, dónde el carro es rey, y el peatón, un pinche ciudadano de segunda (marginal, invisible, inferior). Entretanto, las cifras de muertos en las vías, especialmente las de peatones, siguen disparadas. En Bogotá mueren alrededor de 300 peatones todos los años y no sería extraño que este año sean más. Como pueden ver, entre más nos embuten estos mensajitos de la Inteligencia Vial, en las calles, la violencia vial continua desenfrenada.
Y entonces uno pregunta: ¿Cuál es el aspecto innovador de esta campaña? ¿Que no salga Pirry? ¿La genialidad del nuevo slogan?
Los principales mensajes de la actual campaña son:
Ciclista ¿Por qué inventas maromas? utiliza Ciclorutas y Bicicarriles
Peatón ¿Por qué inventas maromas?, usa los puentes peatonales. Y cuida tu propia vida. TU VIDA VALE MÁS
Mensajes culposos y acusadores. ¿O quiénes hacen maromas? Es una acción que comúnmente se refiere a niños; necios, tontos, irracionales, juguetones, saltarines, traviesos, incansables, revoltosos. Por ahí pareciera que va la cosa. ¿Me equivoco? Como si los peatones no valoraran su propia vida. Es absurdo.
Por otra parte, según la Secretaria de Movilidad, la campaña durará 2 meses. ¿Y después de esos 2 meses qué? ¿Listo el maní? Uno sí pensaría que el problema requiere de una comunicación sostenida en el tiempo. No estoy en Bogotá estos días, pero pareciera que hubo ruido la semana que se lanza la campaña y pare de contar.
A mí sí me da curiosidad saber cuánto dinero se invierte en estas campañas efímeras, superficiales y cargadas de ese sesgo equivocado, que desorienta sobre la verdadera dimensión y realidad del problema. Aquí se nos presenta un enfoque incompleto. Absolutamente miope. ¿O dónde están los mensajes para el conductor de carro? ¿Dónde encontramos la estrategia para poner en cintura la conducción de los buses, del gremio taxista y ahora del SITP? La noticia más reciente del sistema es esta: Muere mujer que fue atropellada por un bus del SITP. El tipo se voló un semáforo en rojo. ¡Pobre ciudad! Vaya manera de poner a andar su nuevo sistema de buses. Entonces, ¿Dónde se manifiesta la intención de gobierno y autoridades de regular sus infracciones? ¿Veremos acciones en las calles? ¿Seremos testigos de un esfuerzo sostenido por adecuar la señalización vial de la ciudad y mejorar las condiciones de seguridad del peatón? ¿Veremos más semaforización peatonal? ¿Tendremos por parte de la ciudad, un esfuerzo integral, proactivo y bien pensado por rediseñar nuestras calles para hacerlas más seguras? Porque así cómo necesitamos actores más conscientes y responsables en la vía, también necesitamos infraestructura y calles más seguras, diseñadas y adecuadas con el foco puesto en la protección, dignidad y comodidad del que camina –calles completas-. Solo así, se cumplirá a fondo con aquello de priorizar a las personas sobre los carros.

Sí, cada esquina. Campaña Utah-USA
Definitivamente tiene que haber un giro radical en los mensajes y en los enfoques de las estrategias de prevención vial. Persistir con campañas como la actual, en nada ayuda a cambiar esta mentalidad pifiada de Bogotá donde el carro es rey, y los demás, nos le acomodamos para no estorbarlo. El aspecto cultural puede ser el más crítico, pues entretanto no se entienda y se asimile, es difícil esperar acciones diferentes. El ánimo de este artículo es precisamente ampliar el debate.
Algo clave en este tema es que la ciudad, y no solo su gobierno, tienen que ponerse metas claras que además deben compartirse. Las metas tienen que ser de todos los que vivimos en la ciudad. Y en este caso, la meta tiene que apuntarle a 0 muertes de peatones. Planteada dentro de un plazo razonable, pero su avance tendría que ser verificable y trazable (aquí se refleja la voluntad y determinación política). Así se lo están proponiendo ciudades como Nueva York (Vision Zero) y San Francisco en los Estados Unidos. La comunicación y educación son claves. El rediseño de calles para hacerlas más seguras, igualmente. El propósito, la intención y los recursos por parte de la administración, irreemplazables.
Finalmente. Estas son 3 líneas de acción que creo deben tenerse en cuenta para la formulación de una estrategia de prevención vial para la ciudad:
- Comunicación y pedagogía dirigida a todos los actores de la vía, no solo a peatones y ciclistas. Necesitamos creatividad para enviar mensajes más efectivos, que le lleguen al ciudadano e interpreten con inteligencia la verdadera dimensión de la tragedia. Todos los actores deben incluirse en el mensaje, y darle mayor peso a quienes están en posición de causar un mayor daño (autos, transporte público) ¿Los peatones son los que más se mueren y resulta que la culpa es de ellos? ¿Qué tal si educamos sobre la fragilidad de quién camina? En Bogotá no respetan ni a una abuelita pasando la calle. Tiene que haber mayor conciencia sobre las cifras de la tragedia. Hay que evidenciar la tragedia humana detrás de las cifras, detrás de cada atropello. Tenemos que apelar a la empatía de los ciudadanos, intentar ponerlos en los zapatos de la víctima.
- Ejercicio de autoridad. No todo puede basarse y enfocarse en la autorregulación. Ojalá fuera así, pero no lo es. Las autoridades de policía y de gobierno deben hacer un uso proactivo y consistente de su autoridad. La coordinación/articulación de ambas fuerzas es obligatoria. En el momento, no hay ninguna. ¿Se conocen?
- Debe haber una línea de acción orientada al rediseño de calles, intersecciones, etc. ¿Qué adecuaciones físicas y de señalización podemos introducir para lograr calles más seguras? Deben haber intervenciones físicas estratégicas, empezando por los puntos de mayor accidentalidad de la ciudad. Así como una parte significativa de la solución está en manos de la ciudadanía, hay otra muy significativa que depende de gestión gubernamental. Punto. Así es. Poco se habla de ella y poco la exigimos. Gestión que debe responder más a las necesidades humanas y menos a esos manuales desactualizados de diseño de vías y señalización que dominan la lógica de nuestras agencias de gobierno responsables del tema. Es bastante evidente como la actual campaña intenta centrar toda la atención en la responsabilidad o irresponsabilidad de los actores, pero evade por completo la propia. Su publicidad resalta: «A pesar de la inversión que hace Bogotá en infraestructura, la falta de precaución y la baja percepción de riesgo por parte de los diferentes actores viales provoca miles de accidentes, con los consecuentes costos sociales y económicos.» Como diciendo, nosotros cumplimos, la culpa es de ellos.
¿Si pudiera diseñar una campaña de comunicación educativa/informativa para reducir la accidentalidad vial, cómo la haría? ¿De qué manera la enfocaría? ¿A quiénes la dirigiría?
***Los mensajes de San Francisco los vi en mi visita montando en el transporte público de la ciudad. El de Utah lo encontré haciendo una búsqueda en internet. Habría que revisar lo que están haciendo en otras partes del mundo
4 respuestas a «Otra campaña de prevención vial para Bogotá. Otra pifia»
Germán. Me gusta la segunda parte del blog en la cual propone buenas ideas para mejorar la seguridad vial. En la organización con la que trabajo sacamos en Diciembre pasado una publicación «Salvando vidas con el transporte sostenible» http://www.embarq.org/publication/saving-lives-sustainable-transport, que propone la reducción de exposición (vehículos-km) como parte de las estrategias «tradicionales» de seguridad vial (que reducen riesgos a través de intervenciones en infraestructura, vehículos, comportamiento y mejoras de atención cuando hay incidentes). Está en línea con la prioridad al peatón (no mandándolo a trepar en un puente peatonal), el ciclista (no confinándolo a 300 km de ciclo-ruta cuando hay 10,000 km de vías) y el transporte público (que debe ser de calidad para ser atractivo). Por supuesto, sólo es posible decir que el transporte sostenible salva vidas, si al tiempo se mejora el diseño y operación de los sitios para peatones, ciclistas y el transporte públco.
Un éxito de la campaña de las maromas, es que nos pone a hablar y discutir sobre lo que realmente importa. Sugiero este blog http://blogs.iadb.org/moviliblog/2014/05/12/salvando-vidas-con-el-transporte-sostenible/
Gracias por el comentario. Voy a ver con cuidado ambas cosas. Lástima que lo que nos pone hablar es lo que se hace mal y no lo que se hace bien. Andamos en estas hace mucho tiempo.Saludos
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[…] es un asunto que necesita mucha educación, ejercicio de autoridad y rediseño de ciudad. En esta oportunidad, además de las cebras, hubo un […]